Desde hace 15 años, con un proyecto que dio comienzo en el año 20013, la ciudad de Málaga fue pionera en España en la colocación de paneles informativos en las marquesinas de las paradas de autobús. Estos paneles, que proporcionan a los ciudadanos información sobre los autobuses son un diseño propio de la Empresa Municipal de Transportes de Málaga, la Universidad y una empresa privada.

Gracias al esfuerzo conjunto de estas tres entidades, la capital de la Costa del Sol fue la primera en informar a los usuarios del tiempo de espera hasta la llegada del siguiente autobús, un sistema que muchas otras ciudades han ido poniendo en marcha después, empleando sistemas parecidos. Esta información en tiempo real aumenta la comodidad de los usuarios, hace que confíen más en la frecuencia del servicio y por lo tanto que lo usen más a menudo, como han podido ir constatando los ayuntamientos de todas las ciudades que han ido adoptando estos sistemas.

Málaga ha sido pionera, pero es digno de elogio que su Ayuntamiento no se conforme con eso y siga tratando de mejorar los servicios que presta a sus ciudadanos. Y en esta línea, su alcalde, Francisco de la Torre, acaba de presentar las nuevas pantallas que poco a poco se irán instalando en las marquesinas malagueñas. Se trata de dispositivos de gran tamaño, (unos dos metros cuadrados) que se están montando en colaboración con la agencia de publicidad exterior JC Decaux, y que permitirán mostrar publicidad, informar a los usuarios del autobús y también poder contar con un canal de comunicación con todos los ciudadanos, tanto usuarios de bus como peatones y conductores.

Las pantallas pueden proyectar imágenes fijas, pero también imágenes dinámicas y vídeos, lo que representa una novedad tecnológica en la que Málaga vuelve a ser una ciudad pionera, solo por detrás de Madrid. Estas pantallas amplían las posibilidades de ofrecer informaciones útiles a los ciudadanos, no solo sobre los horarios de los autobuses. Gracias a su conectividad, permiten también transmitir información sobre los distintos eventos que se producen en la ciudad de forma casi instantánea. Y además, no representan un coste para los vecinos al ser una empresa privada de publicidad la que las instala, a cambio de disponer de ellas parte del tiempo para proyectar anuncios.

Este es un buen ejemplo de la siempre necesaria y fructífera colaboración público privada que permite mejorar los servicios que reciben los ciudadanos sin que haya que aumentar la recaudación municipal ni afrontar grandes inversiones a costa del erario público y que, además, impulsa la economía y la creación de empleo en el sector privado.

En esta primera fase de la instalación, que ya se ha completado, se han instalado 30 espacios digitales, repartidos en seis marquesinas de la EMT de pantalla doble, cinco soportes publicitarios dobles y ocho soportes publicitarios con pantalla simple, todos ellos en calles y avenidas céntricas.

Este tipo de pantallas, además de una gran resolución y calidad de imagen permiten también que sean legibles y visibles desde casi cualquier ángulo y cuentan con un sistema de control dinámico del contraste, lo que permite que se puedan ver correctamente tanto en los momentos de mayor intensidad de la luz solar como por la noche. Además no gastan mucha energía ya que al regular de forma automática la intensidad de su brillo en función de las condiciones externas, el consumo está completamente optimizado.

Esta no es una acción aislada, sino que forma parte de un conjunto de medidas que el Ayuntamiento de Málaga quiere ir implementando para por un lado fomentar el uso del transporte público y por otro lado avanzar en la transformación de la ciudad en una smart city, en la que cada vez más elementos estén conectados y se puedan monitorizar en tiempo real para optimizar los servicios y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

La previsión es que se sigan instalando nuevas pantallas al ritmo que la empresa de publicidad vaya considerando adecuado a las necesidades de su negocio y a la demanda de publicidad en este tipo de soportes, al menos hasta 2021, año en el que se cumple el contrato de gestión del mobiliario urbano, que tendrá que salir de nuevo a concurso.

Así que como explicaba, la empresa municipal de transportes de Málaga y su Ayuntamiento han querido siempre aplicar las últimas tecnologías para facilitar el uso del trasporte público, una excelente política que finalmente redunda en beneficio de todos, porque una buena red de transporte colectivo que los ciudadanos usen de forma masiva soluciona muchos de los problemas que plantean las grandes ciudades, como el tráfico, la contaminación o los problemas de aparcamiento y facilita la movilidad y el dinamismo de la urbe.

Este es el camino para hacer más eficientes los servicios urbanos. Combinar la innovación con la búsqueda de partners privados que puedan proporcionar el capital para poner en marcha las inversiones y aplicar las mejoras en plazos razonables y sin cargar de deudas las cuentas municipales es el método más inteligente. Y así lo demuestra la percepción de los ciudadanos.

En el último Barómetro Osur, es el transporte público, junto con el suministro de agua (que es el servicio mejor valorado en el conjunto de España) el que consigue mayores índices de satisfacción ciudadana, con la opinión favorable del 63% de los vecinos. En Málaga casi todos los servicios públicos han mejorado su percepción en el último año, salvo la limpieza viaria. Será quizá en este terreno en el que haya que poner ahora el foco y buscar soluciones innovadoras e inteligentes. Es cuestión de seguir el camino marcado por el transporte.

Diego Jalón